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Las heridas son lesiones relativamente frecuentes en el día a día de una persona. La mayoría de ellas no son graves, pero siempre es recomendable limpiarlas y desinfectarlas con el objetivo de que cicatricen bien y que se restaure la superficie de la piel afectada.
Una herida es una lesión consecuencia de una agresión o un traumatismo en la que se produce una alteración en la integridad de la piel y en las partes blandas de la misma.
Los agentes que producen las heridas pueden ser de distinto origen:
- Agentes físicos, como cortes, quemaduras o golpes.
- Agentes biológicos, como bacterias, virus y hongos.
- Agentes químicos, como ácidos.
Según el objeto o el mecanismo causante, la herida puede ser:
- Corte: Es ocasionada por un objeto cortante, como un cuchillo o un vidrio. Los bordes de la herida están limpios y definidos. En este tipo de heridas, el sangrado suele ser abundante.
- Punzante: Es producida por un objeto punzante, como un clavo. La gravedad de la herida depende de la profundidad y de si daña nervios o vasos sanguíneos.
- Contusa: Es ocasionada por el impacto de un objeto como una piedra o un martillo. En estas heridas, los bordes son irregulares y suelen presentar un hematoma.
- Por desgarro: Es producida por objetos con dientes en su parte cortante, como una motosierra. Los bordes son irregulares.
- Por raspadura: Producidas por objetos con dientes o palas, como una trituradora de comida, o por el asfalto, cuando la piel se arrastra por él en un accidente de tráfico y la carne queda al descubierto.
Según la integridad de la piel, la herida puede ser:
- Abierta: Se observa la separación de los tejidos blandos de la piel. Estas lesiones tienden a infectarse con facilidad.
- Cerrada: No se observa lesión aparente, pero hay hemorragia debajo de la piel, en cavidades o vísceras. Así, los tejidos dañados no están expuestos al exterior.
Las heridas deben limpiarse con agua y jabón neutro (de dentro de la herida hacia fuera) y secarlas cuidadosamente. También es aconsejable aplicar algún antiséptico para prevenir infecciones, aplicar un desinflamatorio y cubrirla con un apósito o vendaje.
Proctederm con ingredientes activos de origen natural es práctico y de rápida absorción, que sirve como auxiliar para algunos casos de traumatismos, golpes y dolores musculares.
Además, funciona en el tratamiento de moretones, luxaciones, torceduras y raspones. alivia inflamaciones y cura heridas. Cuando se aplica sobre la piel, mejora la sanación al reducir la hinchazón y el dolor y acelera la reabsorción de la sangre.
¿Cómo lo uso?
Limpia el área a tratar. Rocía Proctederm en pequeñas cantidades sobre la zona afectada realizando un ligero masaje. Repita la aplicación mínimo 3 veces al día.
Si se produce algún tipo de rechazo o irritación suspender el uso. Se puede aplicar en dolores musculares, rigidez, esguinces, golpes, torceduras y moretones.
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